EL DESDOBLAMIENTO ASTRAL Y EL LOBULO FRONTAL

La vibración casi incómoda que sentía luego de algunas experiencias de Desdoblamiento Astral en la parte donde se halla el lóbulo frontal, me hizo pensar que seguramente esta zona estaba implicada en esa experiencia. Mientras más real la experiencia, más vibración en esa área del cerebro.

Según he podido observar, existe una relación entre nuestro cerebro físico y las experiencias de Desdoblamiento Astral ¿Esto quiere decir que un Viaje Astral es un fenómeno mental? Para mí, no.

Sé que es imposible constatar mediante el método científico el Desdoblamiento Astral. Lamentablemente es una experiencia muy personal y hasta cierto punto subjetiva. No podemos demostrar a nadie la realidad de ese mundo y solo los que hemos estado allí, sabemos que no estamos inventando ni imaginando. Más allá de todo, para mí, es normal que el área frontal esté implicada en un fenómeno que siempre, según las escuelas esotéricas, es la consecuencia de despertar.

Según se explica, y no quiero extender el tema con información científica que ahora puede ser hallada fácilmente, el Lóbulo Frontal es:


El lóbulo frontal es uno de los cuatro lóbulos de la corteza cerebral y constituye una región grande que está situada en la parte delantera del cerebro, justo detrás de la frente (ver figura 1). Es el responsable de procesos cognitivos complejos, las llamadas funciones ejecutivas. Estas funciones son operaciones mentales dirigidas hacia un fin que permiten el control conductual, es decir, posibilitan que podamos elegir, planificar y tomar decisiones voluntarias y conscientes. Según Elkhonon Goldberg, el lóbulo frontal es al cerebro lo que un director a una orquesta: coordina y dirige las otras estructuras neurales del cerebro en una acción concertada1.

La memoria de trabajo, el lenguaje, el movimiento o la autoconciencia dependen del lóbulo frontal, así como la originalidad y la creatividad.

http://escuelaconcerebro.wordpress.com/2012/08/12/el-lobulo-frontal-el-director-ejecutivo-del-cerebro/

Así, esta área es muy compleja, y es la que nos hace realmente diferentes del resto de los habitantes de este planeta. No es casualidad que el Lóbulo Frontal esté implicado en las actividades más geniales del ser humano, y no es casualidad que esté comprometida en eso que la ciencia aún no ha logrado explicar que es la capacidad de ser consciente.

Cuando nos desdoblamos, activamos de una forma diferente nuestro Lóbulo Frontal, partes de él que nunca se habían usado, despiertan. Esas nuevas partes activas, hacen que despertemos en el sentido de comprender mejor nuestro entorno, porque despertar, es darse cuenta, y darse cuenta, es despertar.

Despertar, no es la luz alrededor de alguna persona, ni la barba blanca, ni las aureolas de los santos, ni las palabras “sabias”. Despertar es ver el mundo descarnadamente, tal y como es. Despertar es ver al ser humano a través de sus actos que son consecuencia de sus pensamientos y sentimientos que esmeradamente oculta y disfraza para cometer las peores fechorías en nombre del amor, la libertad, la paz, la felicidad,  la fraternidad, la amistad, …..etc.

El acto de percibir el mundo con nuestros cinco sentidos es tan complejo y subjetivo, que estoy seguro que no hay dos seres humanos que vean exactamente de igual manera las cosas.

El que estemos de acuerdo en que algo que tiene cuatro patas, una cola, y que ladra, sea un perro, es un acuerdo tan superficial que no indica realmente que estemos viendo la misma cosa y que esa cosa, nos estimule  física, emocional y mentalmente de la misma manera.

Muchas veces cuando estoy con amigos y estamos observando un paisaje, comentamos acerca de él: Mira esas rocas, allá a lo lejos, ¿las ves? Sí claro. Bueno, al lado está un tronco viejo que por el extremo derecho parece hundirse en la tierra. Allí en una rama que parece sobresalir, hay un cernícalo, ¿no lo ves? ¡Ya! Sí lo veo. Uno que está batiendo las alas ahora ¡Exacto! Lo encontraste. Pero, ¿estamos viendo lo mismo? No. Realmente nunca sabré cómo la otra persona está experimentando esa visión.

Esta forma particular de ver el universo que tiene el ser humano es consecuencia de nuestro nivel de conciencia que aunque no se crea, afecta nuestros sentidos, nuestras sensaciones, emociones, pensamientos y actos. Cada quien de acuerdo a su condicionamiento particular, percibe el mundo a su manera.

Despertar, desdoblarse, son sinónimos. Ser consciente es comenzar a usar nuestro Lóbulo Frontal en su totalidad.

Sabemos que corrientes eléctricas circulan por nuestro cerebro a cada instante y hacen que ciertas áreas trabajen y estén activas. Sabemos que ciertos pensamientos, ciertas actividades intelectuales, artísticas, motoras, mentales, emocionales, …, activan ciertos lugares exclusivos de nuestro cerebro. La actividad de ser consciente en este mundo y en el Astral, hace que áreas de nuestro Lóbulo Frontal vibren, se activen, haciendo que percibamos este mundo de diferente manera; es normal que esto sea así. La mente, necesita un soporte para expresarse en esta Tercera Dimensión: el cerebro. Pero la mente solo puede expresarse totalmente si es que su soporte físico tiene las suficientes cualidades.

El software es la mente, el cerebro es el hardware. Hablando en términos informáticos, si es que queremos instalar Win8 en una computadora Pentium IV, no va a ser posible. Sencillamente el hardware no está preparado para ese software. Lo mismo ocurre con nuestras capacidades mentales. Si es que no hay un cerebro lo suficientemente activado, la mente no va a poder expresarse en su totalidad.

Somos seres que estamos evolucionando, y para eso usamos una dualidad aparente: la parte física y otra no física. Ambas se complementan y ambas trabajan para que despertemos y nos demos cuenta. Darnos cuenta es ser consientes, pero también es un hecho que está más allá de toda explicación científica, que ese darse cuenta, implica también procesos conscientes que no son solo maneras de pensar, sentir, y actuar, sino que ese despertar, actúa como un aglutinador de energías, haciendo que seamos individuos únicos, con la suficiente masa crítica para no disolvernos, no desintegrarnos, en la mente universal cuando ya no tengamos un Cuerpo Físico.




Ivan Guevara

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