LA OTRA REALIDAD CONVERSACIONES CON ELAM (18)


—¿Ya lo has hecho? —respondió con una pregunta Elam.
—No.
—Solo sales al Astral conscientemente, una vez allí, muy concentrado, comienza a vocalizar el mantra. No pierdas la serenidad, ni te dejes llevar por el miedo, porque van a ocurrir cosas sorprendentes.
—Y cual uso.
—Cualquiera, hay muchos, prueba, no hay límites.
La ciudad antigua se extendía hacia el infinito en todas direcciones. Los escombros parecían los restos de una ciudad triturada por algún gigante a pisotones.
—Está es mi ciudad — hablo Elam.
—¿Aquí naciste?
—Sí, y no —respondió ella— pero es mi ciudad.
Julius miraba hacia el horizonte tratando de ver dónde terminada esa población arrasada; de pronto, un sonido extraño parecido al que sale de una trompeta gigante, estremeció lo que parecía ser el suelo. Julius sintió vibrar hasta la más pequeña parte de su ser. A su lado, Elam de pie, miraba el infinito con la boca abierta: un “AAAOOOMMM” lento, pausado, grave, metálico, salía de su garganta. El sonido, parecía no tener origen ni dirigirse a ningún lado, estaba impregnado en todo. Una y otra vez, el “AAAOOOMMM” se repetía, y en cada repetición, pulverizaba esa ciudad.
—¡Vaya, bravo, increíble! —Reía y gritaba Julius—. Y yo que pensaba que aquí había ocurrido una batalla.
—De alguna manera, si ocurrió —comentó Elam con frialdad.
—Me pregunto, cuando esté solo ¿Podré hacer todo esto? —dijo en tono de lamento Julius.
—Claro que podrás, hasta ahora te ha ido bien. Ahora tienes más herramientas en tu Conciencia, ella, ten por seguro, está más despierta que hace dos años. Aunque aún no te has dado cuenta, partes del Julius que conocí, ya no existen, afortunadamente han muerto. En este tiempo has aprendido muchas cosas; ahora tienes alguna experiencia, eso te va a llevar a comprender tu caos interno, que es el principal obstáculo de cualquier Explorador Astral.
Julius se sorprendió cuando escuchó esas palabras. Como él se veía, seguía igual. No había recibido, ni queja ni halago, de sus amigos y familiares. Elam le dijo que aunque sus cambios aún no eran visibles para otros, en su interior, la alquimia había comenzado.  
—Elam, dime ¿Funciona la auto hipnosis para el Desdoblamiento Astral? —Preguntó de pronto Julius.
—Usar auto hipnosis para experimentar el Desdoblamiento Astral es un error que se está generalizando. Un Desdoblamiento Astral, no es un proceso mental. El estar consciente, despierto, en el Mundo de los Sueños, no es que se esté consciente en el subconsciente.
La auto hipnosis, te permite ver las proyecciones de lo que estás escuchando, pero no estás en el Astral. La persona no ha salido de su Cuerpo Físico, solo está proyectando, imaginando. Durante las sesiones de este tipo, las personas pueden llegar a tener algunos síntomas del Desdoblamiento Astral, porque la mente está siendo estimulada auditivamente para no dormirse junto con el Cuerpo Físico. El principal problema con esta forma de querer lograr un Viaje Astral, está en que todo es un proceso mental, y las experiencias vividas, no son otra cosa que la creación mental de lo que el guión nos dice. Si por alguna razón, se logra abandonar el Cuerpo Físico, la persona no lo sabe, y si de alguna manera lo ha notado, vive la experiencia de forma pasiva; está soñando, solo que es un sueño dirigido. La persona puede notar que está viviendo una circunstancia extraña, pero apenas puede percibir conscientemente ese hecho.
Ese es el problema de los audios que hay para hacer Viajes Astrales; solo nos hacen conscientes en un porcentaje muy bajo. En el Desdoblamiento Astral, uno no se imagina un lugar, simplemente llega allí. En el Desdoblamiento Astral, uno sale, literalmente hablando, del Cuerpo Físico; uno no se imagina que sale, si no que sale, se levanta del lecho, y el Cuerpo Físico se queda dormido, como lo sabes.
Ahora, los métodos de auto hipnosis no son totalmente inútiles, ayudan mucho a las personas a percibir de alguna manera otros estados de conciencia; pero debo decir que el camino del Desdoblamiento Astral, no es solo darse cuenta que uno está en la Quinta Dimensión, además, se debe tener desarrolladas en alguna proporción, las capacidades que te indiqué; para lograr todo esto,  los sistemas basados en la auto hipnosis, no sirven: ese es un trabajo que involucra mucho de reeducación física, emocional, mental, y espiritual.
Si es que uno es totalmente insensible a las prácticas que hay para lograr un Viaje Astral, se podría intentar en un principio con auto hipnosis, luego, inevitablemente, se tiene que despertar Conciencia.
—¿Y cómo es que puedo ubicar personas y objetos en el Astral? —Preguntó Julius.
—Ubicar objetos, lugares, y personas en el Astral, es una posibilidad que está allí pero es muy difícil realizar. El Astral es un mundo ideoplástico: que se modela con la mente; pero también es emoplástico: que se modela con las emociones. A diferencia del Mundo Tridimensional, donde ocurre lo mismo de una manera lenta, casi imperceptible, y toma muchos años ciertos procesos de creación, en el Mundo Astral, las cosas son inmediatas.
En las experiencias de sueño común, muchas veces nos encontramos en algún lugar, luego, inmediatamente aparecemos en otro; esto es normal, y ocurre porque a cada instante estamos modelando el Astral de acuerdo nuestros condicionamientos psicológicos. Ese condicionamiento psicológico, continúa aunque hayamos aprendido Desdoblamiento Astral y estemos conscientes en la Quinta Dimensión.
Como ya sabes desdoblarte y estar consciente en el Astral, puedes intentar el siguiente experimento: una vez en la Quinta Dimensión despierto, imagina estar en algún lugar específico, si lo haces bien, sencillamente aparecerás en ese lugar, pero ¿Será ese lugar realmente? Con mucha frecuencia no: ese lugar ha sido creado por tu mente.
Con los objetos puedes hacer la misma práctica: una vez estés consciente en el Astral, desea tener algún objeto en particular, luego, imagínatelo con mucha concentración, y verás cómo es que se forma frente a tus ojos, en tus propias manos, pero ¿Es ese un objeto real? No, es solo energía mental condensada por ti.
—¿Y las personas? También nos encontramos con ellas.
—De acuerdo a nuestros condicionamientos psicológicos, en el Astral creamos efigies mentales de personas reales. Estas creaciones son de gente a quienes estamos apegados de alguna manera en especial: parejas sentimentales, familiares, personas que nos estimulan sexualmente, personas que odiamos, admiramos,…, etc., forman la lista de nuestras estatuas mentales. Estas creaciones, son copias mentales de las verdaderas; con ellas soñamos y nos relacionamos inconscientemente ¿Son estos personajes reales? No.
—No creo que uno pueda estar apegado a alguien a quien odia.
—Gustar de alguien, u odiarlo, para el caso de las efigies, es lo mismo: en ambos casos estás canalizando energía mental. Las efigies, al ser nuestras creaciones mentales y emocionales, gozan de alguna autonomía, pero esencialmente, hacen lo que subconscientemente esperamos de ellas. Si son alimentadas con las correspondientes energías, pueden consolidarse más, y ser verdaderos habitantes del Astral, gozando de una autonomía mayor, o total. Muchos de los ataques de criaturas astrales, vienen de ese lado. Si dejamos de imaginar y pensar en esas formas mentales, sea con sentimientos de amor, deseo, ira, miedo, odio, etc., la provisión de energía que alimenta a la efigie disminuye, y finalmente, ella se desintegra.
El Astral, es un mundo con infinitos sectores, en cada desdoblamiento vamos aleatoriamente a uno de esos sectores, y muchas veces, inconscientemente cambiamos de sector. La Quinta Dimensión, es un laberinto interdimensional, así, es muy complicado encontrar, un lugar, un objeto, o a una persona en particular. Esta dificultad la provocamos nosotros, por tener una mente, emociones, y deseos, tan descontrolados, y contradictorios; involuntariamente estamos creando a cada instante nuestro caótico entorno, es decir, a cada momento en el Astral, montamos nuestro escenario en el que representamos nuestra obra teatral.
Las energías creadoras de todo cuanto conocemos, son nuestras emociones, sentimientos y pensamientos; gracias a ellos podemos rodearnos de todo cuanto deseamos. Lo bueno, y lo malo que nos ocurre, tienen relación directa con estos aspectos tan devaluados en el ser humano. Es necesario que aprendas a usar estas herramientas, de una manera constructiva y productiva en tu vida; ellas, deberían servir para nuestro crecimiento consciente, y no para ser desperdiciadas en abusos sensoriales de todo tipo. Tal vez no se aprecia el tesoro que el ser humano tiene en su psicología, porque los procesos creativos de su alma, tardan en concretarse en el Mundo Físico; entonces, no relacionamos nuestro estado actual financiero, laboral, y sentimental, con nuestro mundo de pensamientos, emociones y sentimientos, y vivimos creyendo equivocadamente que los demás, tienen responsabilidad de nuestra felicidad, o infelicidad.
Nadie es responsable de lo que piensas, o sientes; tal vez sea lo único que te pertenece realmente, y sobre lo que en absoluto, puede decidir alguien más; pero has crecido con la demencial creencia de que los demás, te hacen sentir, o pensar, de alguna manera en particular: “Me has decepcionado” “Me has hecho renegar” “Me has hecho sentir mal” “Me haces feliz”…etc., son frases que has escuchado desde que tienes uso de razón; ellas, te han indicado que los demás, eran los responsables de tu estado interior; has aprendido erróneamente, que alguien más es el responsable de tu mundo interno. Le has delegado tus herramientas más importantes de creación, a los demás; has realizado el acto de irresponsabilidad, y traición, más grande que se puede; has permitido a los demás, hacerte sentir bien, o mal, pensar una cosa, u otra; les has cedido el poder, y luego te quejas creyendo que esta vida es un infierno.
Julius, escuchaba en silencio, no se atrevía a interrumpir; cada una de las palabras de Elam, atravesaba el espacio como saetas que impactaban en el fondo de su alma. Luego, una sensación de libertad y gozo lo invadieron. Al fin lo sabía. 


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