LA OTRA REALIDAD CONVERSACIONES CON ELAM (13)




—Me ha ocurrido un par de veces pero desperté inmediatamente —dijo Julius.
—Cualquier energía del Astral —continuó hablando Elam—, inmediatamente la interpretamos mediante nuestro sistema de creencias humano, y vemos formas que no tendrían por qué ser. A entidades sin forma, las transformamos en personajes con brazos, piernas, ojos, nariz, y boca. Nos engañamos gracias a nuestros condicionamientos, y terminamos confundidos, y confundiendo a los demás. Hasta que no hagas conciencia de eso, no podrás dar siquiera el primer paso, en eliminar lo fantasioso de tus experiencias astrales.
El sistema de creencias es muy importante para descifrar las experiencias de Desdoblamiento Astral, porqué estas varían de persona a persona, y de cultura a cultura. Un habitante de los Andes cuya concepción de Dios es totalmente diferente a la de un habitante de Europa, tendrá experiencias que justifiquen su sistema, y serán totalmente diferentes a las de un habitante de África. Esa es la causa, de que cada quien vea en el Astral, porciones de ese mundo muy particulares, y diferentes.
—Entonces, yo también tengo las mías.
—Sí. Para investigar el Astral sin auto engañarte, debes adquirir integridad. Debes dejar de desear ver lo que ves, y debes dejar de esperar algún resultado en tus desdoblamientos astrales. También es necesario acabar con la absurda lucha entre el bien y el mal, ese es un proceso largo de integración de tu lado oscuro: tu lado oscuro, está formado por lo que se conoce como defectos, además, tiene forma en el Astral, y cuando estas Consciente allá, muchas veces te encuentras con eso. Ese lado oscuro, es aquello que has negado y ocultado, gracias a que esta civilización te ha enseñado eso, y por ese motivo, se ha transformado en un monstruo. Los primeros habitantes del Astral que percibimos, son esas formas mentales, solo que no nos damos cuenta; ellos, muchas veces nos asustan, y nos agreden de muchas maneras. Pero no solo hay que integrar a nuestra psicología los defectos, también hay que liberarse de lo que la sociedad conoce como virtudes, que son más defectos pero con calificaciones positivas. Ellas también condicionan nuestras experiencias astrales.
—Acabar con defectos y virtudes ¿Es posible eso?
—Acabar con esta otra parte nuestra psicología, la parte “buena”, probablemente será más difícil que terminar con la parte negativa, porque todos queremos ser virtuosos, y libres de defectos. Además, esta parte positiva cuenta con la aprobación social, al menos a simple vista, y generalmente recurrimos a estos valores positivos para generar los ingresos económicos que necesitamos. Yo diría que cuando llegue ese momento, entonces vendrá la decisión final; la decisión de seguir avanzando, o quedarte allí por temor a perder todo lo que has logrado, incluido las posesiones materiales y las personas al lado tuyo —Julius tragó saliva.
—Muchas visiones del Astral —continuó Elam—, en las que se ve a la Virgen María, o a Jesucristo, diciéndote que eres un santo, y que tienes que salvar al mundo; u otras en las que te relacionas con algunos personajes que te seducen diciendo que eres el mensajero de un nuevo conocimiento para la humanidad,  tienen como origen esa parte positiva de los defectos. Es de vital importancia darse cuenta de eso, para no caer en la trampa del fanatismo.
—¡Ufff! —Exclamó Julius.
—Sí, tienes razón —respondió ella, tocándole el hombro como cuando un camarada da su apoyo incondicional—.  Bueno, sigo porque lo que se viene es bien importante…
—¡Un momento! —Interrumpió Julius mientras miraba fijamente a los ojos a Elam. Ella sonreía como una profesora de Kínder, esperando la pregunta clave de sus niños.
—Elam —dijo Julius, con seguridad y seriedad— ¿Esto es un sueño, no?
—No, no es un sueño Julius.
—No me mientas, es un sueño.
—No Julius ¿Qué parte de la tarea dejaste de hacer?
—Creo que ninguna.
—Entonces ¿Cómo es que no sabes, que cuando en un sueño, uno se da cuenta que está en él, este deja de ser un sueño? 
En ese momento, todo el ambiente comenzó a mutar violentamente; escenas así, Julius las había visto en muchas películas de ciencia ficción.
—No le prestes atención, despertarás —ordenó Elam—. Vas a tener la oportunidad ver esas cosas muy frecuentemente. Céntrate en mí, solo en mí, no puedes volver, perderás la oportunidad.
—Ok —dijo Julius sin dejar de mirar los ojos de Elam.
La visión de Julius, en que el entorno se disolvía como una acuarela mojada se detuvo; entonces, Elam continuó:
—La exploración consciente del Astral te llevará inevitablemente a que hagas contacto con sus habitantes. Te acercarás a ellos, o ellos se te acercarán. Esas Conciencias, fundamentalmente no tienen moral, ni ética humanas. Es un absurdo pensar que su sistema de “vida” sea similar al nuestro. Existir en un plano donde la materia no existe, y donde el tiempo y el espacio dejan de tener sentido, hace que todo cuanto conocemos, no alcance para describirlo.
Las leyes que gobiernan esos mundos, son diferentes para cada capa vibratoria del Astral. Todavía desconoces cuáles son, y cómo es que se desenvuelven esas sociedades: ¿Cuál es su sistema de metabolismo energético? ¿Serán depredadores enmascarados? ¿Existen seres angelicales que lo único que buscan es el bienestar de la humanidad? Esas y muchas otras preguntas deben ser respondidas de una manera experimental por cada uno de nosotros, libres de condicionamientos e intereses. Mientras todas estas interrogantes no sean respondidas satisfactoriamente, el Astral, será un lugar al que deberás ir con respeto, y precaución.
—Pero tú ya estás allí. Seguro que sabes todas esas cosas, sería bueno que me las digas —replicó Julius.
—Solo estoy unos pasos más adelante; además ¿De qué sirve que te diga qué es qué? En el estado subjetivo en el que te encuentras, igual terminarías realizando tonteras e imprudencias. Lo único que puedo hacer es, decirte algunas cosas, el resto va por tu cuenta, el camino lo tienes que recorrer tú.
—Entiendo —respondió con desgano Julius.
—Entonces, confiar que la moral, la ética, y las reglas que hemos creado los humanos, son interdimensionales, es un error de vanidad y orgullo que podemos pagar bien caro, o que ya lo estamos haciendo, porque estamos yendo a un mundo del que no conocemos nada, y estamos apostando por las cosas que nos dicen allí, sin siquiera comprobar que los seres que nos dan toda esa información, son realmente lo que dicen ser.
La cualidad del ser humano de querer comprobar todo, y de sospechar de todo lo que no sea muy claro, se pierde, se desvanece, cuando se trata de hablar sobre seres astrales. Creemos todo con actitud infantil, y eso hace que nuestro camino sea imposible. Te digo todo esto porque en un tiempo seguramente vas a hacer contacto con seres de allá. No me refiero a que simplemente los veas, sino, que hables con ellos y los hagas compañeros de aventuras astrales.

De venta en Amazon:



Publicar un comentario

0 Comentarios