MOMENTO DE OCUPARSE DE SI MISMO


MOMENTO DE OCUPARSE DE SI MISMO

Extraído del libro de Barbara Ann Brennnan “Hágase la Luz”


Cuando yo recibía clientes regularmente, me parecía evidente que todos mis pacientes debían mejorar la manera en que se ocupaban de sí mismos. Eso implicaba que cada uno de ellos tenía que asumir mucha  responsabilidad para trabajar en las distintas áreas de cuidado personal que requería. Debía reordenar su vida para situarse a sí mismo y a su salud en lo más alto de la lista de prioridades. Esto exige un gran esfuerzo, por cuanto generalmente se concede prioridad a otras cosas.




Así, por  ejemplo, las pacientes de cáncer tendían a orientar sus prioridades hacia las necesidades ajenas, como las del marido y las de los hijos. Muchas de ellas experimentaban una gran presión de sus familiares para que regresaran a casa y se ocuparan de todo lo  antes posible. El hecho de que esa presión fuera, por lo general, indirecta o encubierta hacía aún más difícil para mi cliente afrontar directamente su situación personal. Los miembros de su familia dirían: «Sólo queremos volver a hacer vida normal».
Las  personas aquejadas de problemas cardíacos orientaban sus prioridades hacia el trabajo. Algunas de esas personas debían aprender a confiar en los demás y delegar la autoridad. Su proceso curativo les incitaba a preguntarse a sí mismos por qué necesitaban tanto ejercer el control. Solían descubrir que no se sentían seguros sin ejercer el control. Vivían impulsados por su voluntad más que por su corazón.
Para conservar adecuadamente su salud, tiene que ocuparse de sí mismo holográficamente; es decir, en todas las áreas y en todos los niveles de su vida. El proceso curativo requiere un cambio drástico. No sirve de nada acudir a un sanador para que le solvente un problema de modo que su vida «vuelva a la normalidad». Plantéese en cambio aventurarse  en un nuevo territorio, acceder a nuevas formas de cuidado de sí mismo, nuevas prioridades en la vida, nuevas formas de relacionarse con sus familiares, sus hijos y sus amigos. Éstos no lo aceptarán tan fácilmente como usted desearía; probablemente surgirán algunos puntos  de conflicto, algunas diferencias de opinión. Pero, con el tiempo, el proceso redundará en beneficio de todos. Su tarea consiste en mantenerse fiel a su verdad.
Usted podría argumentar: «Esto es ridículo. ¿Cómo puedo hacer eso estando enfermo? Debería limitarme a descansar». Mi respuesta es que éste es el momento que usted se ha concedido para hacerlo. De hecho, dispone de todo cuanto necesita para ello. Cuando repasemos la lista de niveles de cuidado personal y las cosas que requieren  atención, podrá ocuparse de ellas por sí mismo o buscar a alguien que le ayude. Por supuesto que sus planes concretos de cuidado personal dependen del grado de incapacitación determinado por su enfermedad en cualquier fase de la misma. No olvide que ésta es su oportunidad  de propiciar un gran cambio. Es un momento idóneo para la reorientación, para revisar su vida y su significado más profundo. Ahora dispone de la ocasión personal para hacerlo.
El uso que haga de ese tiempo es una cuestión absolutamente personal. Quizá no necesite más que dormir durante semanas para propiciar una conexión profunda consigo mismo. El dormir le concede un tiempo que tal vez no podría asignarse de ninguna otra manera. Puede destinar ese tiempo a pedir ayuda. Quizá no se ha dado nunca la oportunidad de hacerlo. Sin duda, destinará una parte del tiempo a renovar su sistema de valores. Los cambios en este sistema de valores se transmitirán holográficamente a los demás aspectos de su vida y seguirán provocando cambios en los años venideros.
Cuando dé inicio a esos cambios, resulta práctico disponer de un mapa de carreteras donde se indique qué puede esperar de sus experiencias personales. Para ayudarle a identificar su camino, comentaré la trayectoria del proceso curativo desde el punto de vista de dos estructuras distintas. La primera es la estructura de las siete fases por las que discurrirá en su proceso curativo. La segunda considera el proceso curativo en relación a los siete niveles de la curación. Cada nivel corresponde a un nivel del campo aural de la experiencia humana.


aprendizxdexmago@gmail.com

ivn

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